Hace un par de semanas The Washington Post y The Guardian destaparon el proyecto PRISM de la Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos; un inquietante proyecto en el que Estados Unidos habría estadoaccediendo a los servidores de grandes players de la red que operan en Estados Unidos (Google, Apple, Microsoft o Facebook). La existencia de este programa fue revelada por un antiguo analista de la CIA, Edward Snowden, que ha sido la fuente de los documentos que hemos visto en la prensa estos días y que también ha revelado un nuevo caso de espionaje que, en esta ocasión, salpica alGCHQ (Government Communications Headquarters) de Reino Unido (una de las tres agencias de inteligencia del país). El GQHQ de Reino Unido habría sido capaz de pinchar los cables de fibra óptica que forman la red troncal de datos y comunicaciones que unen los cinco continentes y extraer de ellos información relativa a llamadas telefónicas y todo tipo de comunicaciones de datos.
Tempora, que es como se llama este programa del GCHQ británico (que, por cierto, es una agencia equivalente a la NSA de Estados Unidos), es la "joya de la corona" del espionaje de Reino Unido y todo un logro tecnológico cuyos datos compartirían tanto con la NSA de Estados Unidos como con el resto de miembros de esta extraña alianza de intercepción de comunicaciones y espionaje: Canadá, Australia y Nueva Zelanda).
El GCHQ, según la información que publica The Guardian, es todo un escándalo si tenemos en cuenta que el espionaje de Reino Unido habría sido capaz de pinchar cables de fibra óptica y extraer de ellos todo tipo de comunicaciones para su posterior procesado. Pensemos que, aproximadamente, el 90% del tráfico que circula por Internet viaja a través de cables submarinos de fibra óptica que unen, por medio de autopistas submarinas, los cinco continentes. De ser ciertas estas revelaciones, Reino Unido habría sido capaz de "implantar sondas" que capturen el tráfico circulante por Internet para su posterior análisis y habrían tenido capacidad para almacenar hasta 30 días de información capturada.
El programa Tempora habría estado funcionando alrededor de 18 meses y, en este tiempo, se habrían interceptado llamadas telefónicas, mensajes de correo electrónico, páginas visitadas por usuarios e, incluso, se habrían interceptado mensajes enviados a través de Facebook. Teniendo en cuenta la fuente de los datos y la cantidad de información circulante, el programa habría requerido una importante dotación en infraestructuras y recursos humanos; concretamente 300 analistas del GCHQ y 250 de la NSA habrían sido asignados a Tempora para procesar la información capturada.
Durante el año 2012, Tempora procesó alrededor 600 millones de llamadas telefónicas cada día y tenía bajo su control alrededor de 200 cables de fibra óptica de los cuales era capaz de procesar alrededor de 46 de manera simultánea. Dicho de otra forma, la capacidad de Tempora sería enorme puesto que manejaría alrededor de 21 petabytes de información cada día y se le habría dotado con la capacidad de manejar del orden de Terabytes de información por segundo.
¿Y cómo lo han hecho? ¿Dónde han instalado las sondas? En Reino Unido recalan un buen número de cables de fibra óptica que cruzan el Atlántico y unen el continente Europeo con Estados Unidos y también es un punto de unión de Europa Occidental con el Este del continente. Por tanto, el país contaría con una base privilegiada que, durante los últimos 5 años, se habría aprovechado para pagar a algunas compañías de telecomunicación para colaborar con el proyecto (manteniendo sus nombres como material de alto secreto y sin darles demasiadas opciones a negarse a colaborar).
Una vez controladas las redes de transporte, el sistema Tempora permitiría al GCHQ programar "condiciones de disparo" que servirían de detonantes para arrancar la captura de datos en un cable determinado y su posterior procesado, incluyendo la capacidad para almacenar tráfico de hasta 3 días y datos procesados de unos 30 días (gran cantidad de información para inspeccionar con todo detalle).
Si bien Tempora es un programa del GCHQ de Reino Unido, la especial colaboración de este país con Estados Unidos ha hecho que la NSA haya tomado parte directa en este programa de espionaje e intercepción de las comunicaciones. Parte de la base legal usada para fundamentar el programa habría sido dibujada gracias a la asesoría aportada por la NSA y tanto el personal de la NSA como sus colaboradores (empresas privadas, otras agencias de Inteligencia, etc) tendrían autorización para usar los datos que atesora el GCHQ de Reino Unido.
Según fuentes consultadas por The Guardian, el programa Tempora se habría realizado cumpliendo las garantías legales que estipula la legislación de Reino Unido y, aunque en mi opinión el fin nunca justifica los medios, este programa habría dado como frutos información de gran importancia para "prevenir delitos graves" y, precisamente, en esta senda caminarían las "condiciones de disparo" que harían que el sistema comenzase a capturar datos si se detectase algún patrón concreto y vinculado a estos hechos delictivos.
Independientemente del "buen uso" que intenten justificar (al igual que ha pasado con PRISM y la NSA), Tempora materializa uno de nuestros grandes temores: la intercepción de las comunicaciones en las grandes redes de transporte de datos (algo que no es fácil, precisamente, cuando hablamos de comunicaciones ópticas) con la cooperación de los carriers; un hecho de suma gravedad que pone en entredicho la privacidad de los usuarios y el abuso al que nos someten algunos poderes públicos "por su seguridad nacional".
Fuente:
http://alt1040.com/2013/06/tempora-reino-unido-pincha-cables-de-fibra-optica