Las denuncias por fraude fiscal que han llegado a manos de los inspectores de Hacienda, por parte de 'delatores' particulares, se han duplicado en los últimos meses. No solo se trata de enfados y rencillas entre personas, también se están recibiendo 'chivatazos' de afectados por despidos en empresas o de negocios próximos entre sí.
Según ha sabido El Confidencial Digital de fuentes próximas a la Inspección de Hacienda, el número de denuncias por fraude fiscal recibidas ante la Agencia Tributaria, y remitidas por particulares, se ha duplicado, prácticamente, con respecto al mismo periodo del año pasado.
Denuncia a través de una carta anónima
Según fuentes de Hacienda conocedoras del proceso, la mayoría de estas denuncias llegan a la Inspección por correo, a través de una carta anónima de un delator particular.
En la misiva se aportan las pesquisas que permiten a los técnicos fiscales iniciar una investigación sobre el fraude que está cometiendo un determinado contribuyente.
Despedidos que se ‘vengan’ de un ERE
Según las fuentes consultadas, uno de los perfiles más activos en la denuncia de fraudes fiscales y laborales ante la Agencia Tributaria está siendo el de los afectados por un Expediente de Regulación de Empleo (ERE).
Explican, concretamente, el caso de personas que han tenido puestos de responsabilidad en la contabilidad de una empresa, de la que se han visto forzados a salir por la crisis, y de la queaprovechan ahora para vengarse por su despido.
Muchas compañías no toman medidas, ni modifican las claves de sus archivos informáticos, lo que permite a estos ex trabajadores ‘delatar’ a la empresa ante Hacienda, por ejemplo, por unacontabilidad B. Éste es, precisamente, el caso que más se repite, según las fuentes consultadas.
Negocios competidores de una misma zona
Otro perfil de demandante que ha descubierto la Agencia Tributaria en los últimos meses es el depropietarios de negocios que compiten entre sí en una misma zona.
Revelan que están recibiendo numerosas denuncias de pequeños empresarios y autónomos, que ‘delatan’ las prácticas irregulares de negocios competidores.
Son ‘chivatazos’ que se asocian con la caída del consumo, que está llevando a la asfixia financiera a estos negocios, y buscan quitarse competencia denunciando un presunto fraude.
Por último, también las rencillas y enfados entre particulares han disparado las denuncias por fraude fiscal a Hacienda. Muchas se producen, por ejemplo, entre vecinos o incluso familiares que no mantienen una buena relación.