El FBI definió el tiroteo como violencia callejera, rechazando que haya sido un atentado terrorista. Se buscan a tres sospechosos. Este lunes, la policía ha publicado varias imágenes de los supuestos autores del suceso y ha ofrecido una recompensa de 10.000 dólares por cualquier información que pueda ayudar a su captura.
"Ha sido un día muy trágico para Nueva Orleans, una vez más, -tres personas resultaron heridas durante en un desfile en 2006 y una mujer en otro en 2010- , especialmente en un día como hoy, el Día de la Madre", dijo el alcalde de la ciudad, Mitch Landrieu. "Han disparado a madres, hermanas e hijos que han resultado heridos", añadió. El alcalde también instó a los testigos a que proporcionen toda la información posible: "Este tipo de sucesos no se pueden quedar sin resolver. La manera de poner fin a esta violencia es que todos ayudemos".
Ronal Serpas, subdirector del Departamento de Policía de Nueva Orleans, agregó en rueda de prensa que vieron a tres personas huir corriendo de la zona. “Estos tres sospechosos podrían haber trabajado de manera conjunta y al menos se han usado dos armas diferentes”, dijo. Uno de los sospechosos fue descrito como un hombre de entre 18 y 22 años con el pelo corto y vestido con una camiseta blanca y pantalones vaqueros cortos.
"Los agentes están realizando entrevistas a varios testigos, se están recuperando las grabaciones de las cámaras de vigilancia aledañas a la zona del suceso y, por supuesto, llevando a cabo la recogida de pruebas en el lugar. Estamos seguros de que pronto encontraremos y arrestaremos al autor o autores del tiroteo", sostuvo en un comunicado el portavoz del Departamento de Policía de Nueva Orleans, Remi Braden.
El director de los servicios médicos de emergencia de Nueva Orleans, Jeff Elder confirmó en rueda de prensa que tres de los heridos han llegado en estado crítico y han sido traslados al quirófano de inmediato: "Entre los afectados hay algunos que están graves y han sido ingresados y otros que están en buenas condiciones". "Hemos recibido 19 personas a la vez, las estamos evaluando lo más rápido posible. La situación es caótica pero no hay fallecidos", explicó.
Había entre 300 y 400 personas viendo el evento en el momento del suceso, unas 200 muy próximas a la zona en la que se produjo el tiroteo. Además, había unos 10 agentes encargados de la seguridad del desfile, que se celebraba en un barrio de familias de clase media y de bajos ingresos. En 2012 su población había disminuido un 60% con respecto a 2005, año en el que el huracán Katrina azotó la ciudad dejando tras de sí 1.800 muertos y unos 128.000 millones de dólares en pérdidas económicas.
"Desde el segundo que oí los disparos, corrí con mi hija y justo un hombre cayó sobre mi regazo", dijo Shermaine Tyler, de 32 años, que presenció el tiroteo. Tyler aseguró que esta persona había recibido dos impactos de bala, uno en la zona de la pelvis y otro en la mano. "Todo esto es ridículo, todos sangramos la misma sangre, todos venimos del mismo dios. Esta gente ha recibido un disparo y para qué", añadió.
Adriana Stewart, una residente de la zona que ha participado en el desfile, calificó de incomprensible lo ocurrido. "Era la primera vez que llevaba a mis hijos. No es justo, ni para las madres ni para ellos", dijo. Otra mujer de 59 años relató que estaba en su casa viendo el desfile cuando oyó los disparos: "Había cientos de personas gritando y corriendo. Es muy triste que la gente no pueda salir a la calle a celebrar. Nadie se puede dirigir a una multitud y empezar a pegar tiros".
El Original Big 7 Social Aid and Pleasure Club es el encargado de organizar el desfile desde el año 2001, de acuerdo con su presidente Edward Buckner, que explicó que el fin es "felicitar a las mujeres estadounidenses de Nueva Orleans por el duro trabajo que hacen cuidando de sus hijos”. “No puedo decir cómo son los hombres que han disparado, porque estaba ocupado desfilando. No lo vi venir, todo el mundo estaba pasándolo bien", dijo.
El tiroteo ocurre en medio del debate político sobre el control de armas en Estados Unidos y antes de cumplirse un mes del atentado durante el maratón de Boston en el que tres personas murieron y más de 180 personas resultaron heridas. Tanto este suceso como el perpetrado por los hermanos Dzhokhar y Tamerlan Tsarnaev en Boston acontecieron a plena luz del día y en eventos con una gran cantidad de gente.
La actual lucha del presidente Barack Obama contra las armas comenzó tras el tiroteo del pasado diciembre en una escuela de Newtown perpetrado por Adam Lanza, en el que murieron 20 niños de entre seis y siete años. La batalla contra el descontrol en el uso civil de armamento ha sufrido varios contratiempos desde entonces. Por ejemplo, la enmienda bipartita para extender el control de antecedentes penales y mentales a todas las transacciones comerciales de armas en EE UU fue derrotada en abril. La iniciativa no solo encarnaba la apuesta legislativa más ambiciosa sobre el control de armas en los últimos 20 años, sino que recogía una de las principales apuestas para la reducción de la violencia armada defendidas por Obama. La decisión supuso un duro revés para las aspiraciones de aprobar una ley más restrictiva sobre armas.
Fuente:
http://internacional.elpais.com/internacional/2013/05/12/actualidad/1368394887_527539.html